Adriana murió en el HGT; nosocomio no dio información a esposo

Tijuana, 30 de mayo.- Luis Enrique Lara González, esposo de Adriana Elena Ureña Rodríguez, la joven cuyo cuerpo moribundo fue localizado en la presa Abelardo L. Rodríguez, señaló que en el Hospital General de Tijuana (HGT) no le dieron información el sábado, pese a que el reporte ministerial señala que la joven ingresó desde el viernes.

“El sábado la busqué toda la noche, en el Hospital General miré una publicación que habían encontrado alguien similar y parecida a ella, vine al Hospital General y me dijeron que no, que desde el viernes no tenían a nadie sin identificar. El domingo en la mañana me entero que habían localizado a alguien parecida a mi esposa”, dijo Luis Enrique.

Según el reporte del ministerio público, Adriana Ureña ingresó al Hospital General desde el viernes a las 17:58 horas en calidad de desconocida, pese a que familiares la buscaron en el nosocomio y no les informaron del ingreso de la mujer; fue hasta el domingo que identificaron el cadáver en el Servicio Médico Forense (Semefo).

Adriana desapareció pasadas las 16:00 horas del viernes 27 de mayo cuando fue a recibir una ropa para su hija de 7 años, la mercancía sería entregada en la agencia Tecate de la colonia El Florido, después no supieron de la joven; el último contacto que tuvo en su celular fue pasada las 17:00 horas ese mismo día.

“Su última conexión fue a las 5:21 de la tarde, ahí se le apagó el teléfono, ya no le llegaban notificaciones ni nada, del mismo viernes (27 de mayo)”.

El cuerpo moribundo de la joven fue localizado 40 minutos después en la presa Abelardo L. Rodríguez de Tijuana, de acuerdo al reporte de la Fiscalía Estatal, a las 17:59 horas.

Adriana murió nueve horas después en el Hospital General a las 03:15 horas por traumatismo severo craneoencefálico. 

“Ella fue encontrada desde el viernes, pasaron como una hora, mi hermano la dejó en El Florido a las 4:20 o 4:30 de la tarde de ese viernes”, dijo el joven.

Antes de ser asesinada, la joven de 25 años, aparte de trabajar en un comedor industrial, se dedicaba a la compra y venta de ropa por Facebook.

“Ella aparte del trabajo, se dedicaba a las ventas (por Marketplace de Facebook), le gustaba comprar ropa para revender”, dijo el esposo.

Tras la muerte Adriana Elena, la familia ha recibido amenazas telefónicas para no interponer denuncias en la fiscalía sobre el posible asesinato y temen por su seguridad, sin embargo, las investigaciones iniciaron de oficio.