Cárteles de drogas no se conforman con el tráfico de enervantes, también se apoderan de las tierras aguacateras con el cobro de piso en el estado de Michoacán, y orillan a que familias huyan a Estados Unidos a pedir asilo, su paso por Tijuana es obligado.
Desde hace ocho meses, Mayra Peña llegó a un albergue de Tijuana con 23 miembros de su familia, huyeron de Uruapan y Aguililla por amenazas de grupos criminales de pago de piso, de negarse, moriría su familia.
“Desde los ocho meses que estamos aquí, nosotros no hemos sabido nada de la condición que hay allá porque todo nos quitaron, lo que nosotros hacíamos es que mi familia tenía huertas de aguacate, el producto estaba en el empaque de las bodegas listas, mis tíos hacían exportaciones a Estados Unidos y China y de hecho se estaba haciendo un contrato para exportar a Colombia, pasó con mi tío, hermano de mi papá y ya no se pudo”.
Mayra señaló que as 23 personas cruzarán esta semana hacia Estados Unidos, previo a esta familia numerosa, otro grupo de 30 familiares cruzaron al país del norte pidiendo asilo por cuestiones de inseguridad, esperan que otro grupo que aún se encuentra en Michoacán, cruce en los próximos meses.
A Tijuana ya no llegan familias pequeñas, sino familias numerosas de agricultores aguacateros que solo esperan ser recibidos en el país norteamericano.
Los migrantes michoacanos señalaron que la crisis de inseguridad que viven los agricultores se agravó desde hace cinco años.
Se ha convertido en el epicentro de los carteles de drogas, pues es el único estado autorizado para exportar el fruto mexicano hacia Estados Unidos.