- La gerente de Recursos Humanos Karla Jackes Leyva minimizó el problema y pidió que detuvieran las denuncias. La Secretaría del Trabajo confirma que existen acusaciones formales y que la empresa no cuenta con protocolos para proteger de acoso a las trabajadoras.
Ana Lilia Ramírez
TIJUANA.— Siete mujeres trabajadoras de la maquiladora Hisense Electrónica México, S.A. de C.V., en Playas de Rosarito, han denunciado ser víctimas de acoso sexual y laboral por parte de un subgerente identificado como Eduardo. Las denuncias, sin embargo, no han sido atendidas por la gerente de Recursos Humanos, Karla Jackes Leyva, quien además les pidió que “detuvieran” las acusaciones para no dañar la imagen de la empresa.
“Nos sentimos con ansiedad, ya no queremos ir a trabajar. Todos los días tenemos que convivir con quien nos acosa, y lo peor es que nadie hace nada para protegernos”, compartió entre lágrimas una de las afectadas, quien pidió el anonimato por temor a represalias.
Según las víctimas, Eduardo ha hostigado a varias compañeras durante años. Se burla de ellas y presume su impunidad, argumentando que la empresa nunca tomará medidas en su contra porque su despido representaría un alto costo de liquidación.
“El acoso no es nuevo. Muchas ya se han ido por lo mismo. Él se ríe y dice que a él nunca le van a hacer nada, porque tiene años en la empresa”, relató otra de las trabajadoras.
Cuando decidieron acudir a Recursos Humanos ha poner una queja con la titular Karla Jackes Leyva, la respuesta dijeron fue decepcionante. Pasaron semanas sin que se iniciara ningún procedimiento interno y, al regresar por respuestas, solo recibieron evasivas.
“Nos dijeron que era un proceso interno, pero nada cambió. Seguíamos trabajando junto a nuestro agresor”, explicaron.
Lejos de recibir apoyo, las denunciantes aseguran que Karla Jackes Leyva las acusó de actuar en “contubernio” para perjudicar a la empresa, y les pidió que pararan las denuncias. Así lo demuestra un audio entregado al periódico El Mexicano, donde la funcionaria dice: “No estamos aquí para hacer esto más grande… Les voy a pedir que paren esto.” les fijo Karla Jackes Leyva.
SIN PROTOCOLOS, NI JUSTICIA INTERNA EN HISENSE
El secretario del Trabajo de Baja California, Alejandro Arregui, confirmó que se han recibido siete denuncias formales por acoso sexual contra un directivo de la empresa, sin dar detalles de la identidad, argumentando que están en proceso de investigación. Además, informó que Hisense no cuenta con protocolos internos para atender casos de violencia de género y acoso.
“Se inició el proceso de inspección en la empresa. Advertimos que no cuentan con un protocolo de atención para erradicar la violencia hacia las y los trabajadores, y estamos en proceso de determinar la responsabilidad de la empresa. Ese proceso de inspección sigue su curso y en los próximos días estaremos determinando el proceso sancionador que la empresa debe enfrentar”, aseguró Arregui.
En cuanto a la falta de acción por parte de la Fiscalía General del Estado al no aceptar las denuncias, el funcionario dijo desconocer los detalles, pero afirmó que dos víctimas han sido canalizadas a través del Protocolo Violeta, el cual garantiza que no perderán su empleo y que su identidad será protegida.
“Habrá total garantía para las víctimas de conservar su empleo y consecuencias para cualquier patrón que atente contra las mujeres trabajadoras en Baja California”, agregó.
GOBERNADORA PIDE ATENCIÓN A LAS VÍCTIMAS
La gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda expresó su preocupación por la falta de atención en la Fiscalía y se comprometió a que las víctimas sean canalizadas al Centro de Justicia para las Mujeres (Cejum), donde puedan interponer sus denuncias en un entorno seguro.
“Me inquieta que no se les hayan recibido sus denuncias. Dentro del Cejum existe una fiscalía para evitar la revictimización. Tienen todo el respaldo del gobierno estatal”, declaró.
“No es justo tener que callar para no perder el trabajo”, señalan las víctimas
Las trabajadoras coinciden en que hablar ha sido difícil, pero guardar silencio lo ha sido aún más. Decidieron hacer públicas sus denuncias para visibilizar una problemática sistémica en la industria maquiladora: el acoso, la impunidad y la falta de protocolos que protejan a las mujeres.
“Lo más fácil sería irnos. Pero ¿por qué tenemos que ser nosotras las que se vayan, si nosotras no hicimos nada malo?”, cuestionó una de ellas con voz quebrada.
En tanto, el subgerente denunciado sigue trabajando en la misma planta. Las víctimas siguen esperando justicia.