PLAYAS DE ROSARITO.— Policías municipales que se encuentran con incapacidad laboral permanente o temporal se manifestaron este viernes frente a las oficinas de Oficialía Mayor y Recursos Humanos, en el tercer piso del Palacio Municipal, para denunciar la falta de pago de su nómina y de la parte proporcional de su aguinaldo.
Los agentes señalaron que, pese a que este viernes 12 de diciembre estaba programado el pago, no recibieron ni su salario ni el recurso correspondiente a fin de año, dejándolos —dijeron— en una situación económica crítica.
Alrededor de 20 policías afectados calificaron la situación como inhumana, al tratarse de elementos que dedicaron años de su vida al servicio público y que hoy enfrentan enfermedades, lesiones graves o discapacidades derivadas del riesgo inherente a la labor policial.
“Nos enfermamos o quedamos discapacitados cuidando a la gente, y ahora se olvidan de pagarnos lo que por ley nos corresponde”, reclamaron.
Los manifestantes lamentaron que, aun con su estado de salud deteriorado, tengan que recorrer oficinas y perseguir funcionarios para exigir un pago básico. Algunos llegaron en silla de ruedas, otros con dificultades severas para caminar, y tuvieron que pedir ayuda para subir al tercer piso del edificio municipal, sin recibir respuesta alguna de la autoridad.
Cuestionaron que mientras los funcionarios de primer nivel cobran puntualmente, quienes estuvieron al frente de la seguridad pública hoy no sean considerados dentro de la nómina regular.
“No es justo que nos digan que nos van a pagar el lunes o el martes. Para nosotros este es el único ingreso. Estamos discapacitados, no podemos trabajar en otro lado. ¿Cómo le hacemos con nuestras familias?”, expresó uno de los policías.
Los agentes subrayaron que su salario es su principal y único sustento, ya que las secuelas físicas que arrastran por el trabajo policial les impiden acceder a otros empleos. Tal es el caso de Roberto, un elemento al que le amputaron ambas piernas, y que hoy, además de enfrentar su condición física, debe luchar contra la indiferencia institucional para recibir su pago.
La protesta concluyó sin que ninguna autoridad saliera a dar explicación, confirmando —según los propios policías— que en Rosarito quienes se lesionan sirviendo a la ciudad dejan de existir para la nómina, pero no para las estadísticas ni los discursos oficiales.