Ana Lilia Ramírez
TIJUANA.- El incremento de la migración hacia Estados Unidos de manera irregular, a través de regiones como el Ejido Jacumé en Tecate y estados como Sonora, no solo se atribuye a la intensificación de la vigilancia en la frontera de Tijuana, sino también a la participación de civiles que guiaban a los migrantes a cambio de beneficios económicos.
Tras el aumento de vigilancia y cierre en áreas como Playas de Tijuana y canalización, debido a estas medidas de seguridad para el cruce la migración eligió dirigirse a lugares mas lejanos con la asistencia de personas con conocimientos básicos de esas áreas, según Enrique Lucero Vázquez, Director Municipal de Atención al Migrante.
Lucero Vázquez comenta que existe una complejidad para las autoridades de hacer frente a la migración irregular, ya que involucra a civiles y organizaciones criminales. Remarca que para la población migratoria existe la necesidad de cruzar, así como también para otros de obtener beneficios económicos haciendo que crezca la red de personas que se benefician, desde bandas criminales, hasta taxistas que guían a los migrantes hacia su destino por un costo adicional.
Lucero Vázquez indica que, a raíz del sellado de la frontera en Playas de Tijuana y la canalización, los migrantes ahora optan por Jacumé y Sonora, donde no hay muro fronterizo. Explicó que aprovechan vulnerabilidades, como la propiedad privada o cuestiones ecológicas, para atravesar la frontera.
A pesar del constante flujo de personas de diversas nacionalidades, la migración interna dentro de México sigue siendo predominante. La creciente violencia en varias regiones del país ha generado un aumento alarmante de ciudadanos de diferentes estados que llegan a Tijuana con la esperanza de realizar el “sueño americano”.
En cuanto a la situación actual, Lucero Vázquez concluyó que no se ha observado mejora alguna; por el contrario, la violencia ha llevado al desplazamiento forzado en más estados, como Guanajuato y Jalisco. Se resalta la falta de mejoras en abordar las causas fundamentales y la persistente ausencia de mejoras para reducir el desplazamiento forzado de las personas.