Por: Octavio Fabela
Tijuana.- Karla Soto fue víctima de abuso sexual en su adolescencia, como sobreviviente, se preparó por años para ahora entrenar a niñas y adolescentes para que se defiendan sin técnicas complicadas ante una situación que las haga ver vulnerables.
Mide 1.58 metros, y por su complexión, dijo, es complicado encontrar un arte marcial que le ayude, sin embargo, se entrenó bajo un arte de defensa personal que es instruido a militares de Israel.
Karla tiene su escuela en Playas de Tijuana, en donde varias niñas han recuperado la confianza en salir de nuevo a la calle y enfrentarse a los peligros que enfrentan en una ciudad como la nuestra.
Ella no busca crear la cultura del arte marcial para pelear, sino de la defensa personal para que niñas eviten caer en el peligro que ella cayó a sus doce años.
Entrevistada sobre esta actividad, Karla Soto afirmó que quienes toman el curso con ella llegan a tomar de nueva cuenta su confianza, y despiertan sentidos de alerta que antes no atendían.