Ana Lilia Ramírez
TIJUANA.— Padres de familia de la Primaria Héroes de México, ubicada en la colonia Mariano Matamoros, cerraron la escuela el lunes 25 de noviembre en protesta por un incidente ocurrido el jueves 21 de noviembre, cuando un alumno fue encontrado con una pistola de balines dentro del plantel educativo. Los padres señalaron que no fueron informados adecuadamente por la directora sobre el incidente y consideraron que hubo una falta de profesionalismo y un descuido en los protocolos de seguridad, lo que pone en riesgo la integridad de los estudiantes.
Uno de los padres de familia explicó: “Ese niño tiene antecedentes de comportamiento problemático, y no es solo por el incidente con el arma. La madre de ese niño ya había tenido conflictos aquí antes, y muchos de nosotros sentimos que no estamos seguros. No quiero que mi hijo esté en una escuela donde haya niños con acceso a armas. Además, hace unas semanas, un primo de ese niño trajo un cohete y lo explotó en la escuela, lo que causó pánico, porque muchos pensaron que era una bomba”. La madre también cuestionó la respuesta de la directora, quien manejó el incidente como si fuera parte de un protocolo, sin dar la información necesaria a los padres.
Los inconformes piden la destitución inmediata de la directora y la expulsión del alumno involucrado en el incidente. Argumentan que la directora no supo gestionar la situación de manera adecuada, lo que generó un ambiente de inseguridad entre los estudiantes, padres y personal de la escuela.
Una madre más comentó: “No queremos una directora que no nos informe correctamente. Este niño ya ha mostrado actitudes violentas, le ha dicho a sus compañeros que si no juegan con él los va a ‘eliminar’. Si ya tiene acceso a una pistola de balines, ¿qué puede pasar después? Nos da mucha preocupación”.
Además, sin presentar evidencia concreta, los padres alegaron que la madre del niño señalado de llevar el arma había tenido conflictos violentos con otros padres, e incluso amenazó a una madre con un arma semanas atrás. Según ellos, esta situación agrava el riesgo para la seguridad de los alumnos y el personal educativo.
Hasta el momento, la Secretaría de Educación de Baja California no ha emitido una postura oficial ni ha brindado declaraciones sobre el incidente, dejando a los padres de familia sin respuesta ante sus demandas.