Tijuana, 27 de mayo de 2022. – Nargls Johnson, de 46 años, es una mujer perseguida por asuntos religiosos en su país Pakistán, donde constantemente era golpeada y estuvo condenada a muerte por ser cristiana. Para el Islam, religión predominante en la ciudad de Karachi, el cristianismo es considerado una traición y se paga con la muerte.
Para llegar hasta Tijuana Nargls Johnson relata haber sufrido pobreza y ser víctima de robos, sin embargo huir de su país era la única manera de poder seguir viviendo. “Yo vine aquí para que no murieran mis hijos, porque Pakistán no era bueno para mí. Mis hijos y esposo están en Pakistán”, confiesa Nargls.
Llegó a Tijuana con la idea de pedir asilo político en Estados Unidos, trabajar y mandar dinero para que sus tres hijos y esposo salgan de ese país que enfrenta guerra, una dictadura y crisis.
Únicamente habla su lengua materna urdu y algunas palabras en inglés. Nargls Johnson confiesa que la ciudad más difícil en su travesía por México fue Tapachula, Chiapas, donde migrantes de diferentes partes del mundo, esperan por varias semanas para tener un asilo por cuestiones humanitarias; mismo que obtuvo el pasado 5 de mayo.
En su paso por la frontera bajacaliforniana, le robaron sus pocas pertenencias. Lo que más lamentó fue perder su celular y sus papeles migratorios. Ahora no tiene contacto con sus hijos y esposo que están en su país de origen.
“No tengo contacto con mi familia (en Pakistán), no tengo amigos, en este momento solo tengo mucho estrés en mi cabeza porque perdí todo (mis papeles y mi familia)”, se lamenta.
Acudió a oficinas del Instituto Nacional de Migración (INAMI) para reemplazar sus papeles, donde le indicaron que tenía que regresar a Chiapas para hacer el trámite o iniciarlo de nuevo en la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR). Mientras tanto teme ser regresada a su país.
Ella solo quiere poder traer a sus hijos, una mujer de 22 años y dos varones de 12 y 15, y a esposo para México.
La ruta migratoria de pakistaníes hacia el sueño americano señala que llegan a América por Brasil. Después empiezan a subir por Colombia, Perú, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Honduras y Guatemala hasta llegar a México para pedir asilo en Estados Unidos.
No hay estadísticas actualizadas del número de personas de Pakistan en México del INAMI. La última cifra del 2020 señala a 23 inmigrantes, todas mujeres y en ese mismo año indica que había 331 pakistaníes radicando en el país de manera permanente.